domingo, 28 de agosto de 2016

Olvido

Óleo sobre lienzo.50x50

Ha cumplido su cometido, un día no muy lejano abrigó del frío invierno y calmó del sopor verano, abrió sus ventanales como abrazando el día y entre sus pintadas rejas un jardin resplandecía amorosamente cuidado. 
De un verde azulado lucían sus ventanas, y de sencillos ocres y tierras vestían su fachada, dónde un día hubo belleza hoy estructura olvidada. 
Y a veces y sólo a veces, alguien se detiene a mirar, acaricia sus paredes que aún sostienen recuerdos y admira su entereza.., y es que todo lo que nos rodea a nosotros mismos nos recuerda. 

Un día no muy lejano cumpliremos nuestro cometido, protegemos a los nuestros alejando el calor y el frío, abrimos nuestros brazos que les ofrecen cobijo y con un intenso amor nuestro jardín regamos. 
Pintaremos de esperanza un futuro para ellos y el tiempo dibujará los surcos que vestirán nuestros cuerpos, coleccionamos recuerdos que nos sostendrán mañana y a veces, y sólo a veces nos paramos a desear, caricias que nos recuerden que no nos van a olvidar. 

Obra y texto Santi García Cánovas. 

martes, 23 de agosto de 2016

Tristeza

                                                      Óleo sobre soporte lienzo.


En ocasiones el llanto aulla en nuestro interior aferrándose a la tristeza,
a veces atiende a razonables porqués y en otras son grandes ausencias o
mal de amores...síntomas humanos que a la vida nos aferra, si existe el
dolor el corazón se lamenta.

Explicarlo con palabras es casi una torpeza, porque todos en algún momento
sentimos el lobo cerca. Sabemos de días grises, que trás la lluvia se aclaran
así como nuevos días que ilusiones nos regalan, es por eso que al igual que cada
día es distinto, nada perdura por siempre y el corazón siempre sana y solo queda
el recuerdo de lágrimas derramadas.

Santi García Cánovas.

viernes, 19 de agosto de 2016

El Faro

Óleo sobre lienzo 65x54  año 2.002.

Al resguardo de las olas estrelladas en la roca, su cúspide luminosa nos dirige hasta la costa, vigía de pescadores, amiga de las gaviotas, esperanza de marineros cuando de la mar se agotan. 
Cómplice de los constantes caprichos entre cielo y mar, testigo de su serena calma y de su furia tempestad, antorcha que alumbra alto divisada desde lejos, anhelos de navegantes y una estrella más, en el espejo del cielo. 

Obra y texto Santi García Cánovas. 

viernes, 12 de agosto de 2016

Olvidadas

"La marrá", Obra adquirida en el año 1.999.

Construidas con sencillos materiales, cuatro postes, viejas tejas y uralitas, 
encalados los frontales, defendidas por oxidadas rejas y antiguas puertas vencidas, 
cálidas y solariegas lucen, entre el verde de la huerta. 

Descanso de agricultores y de días en familia donde reina la armonía y solo interrumpen el silencio las aves con su melodía, una morera por toldo que buen sombraje atavia, un pollete como asiento y cántaro de agua lleno que calmaba la sed de muchos que a buen gallete bebían. 

No se si es presumible, pero bien diría que si,  si tener un rinconcito en plena huerta murciana, no es ser más rico que pobre, que alardear de ladrillos y asfaltados secanos, sin otros tristes sonidos que los ruidos mundanos. 


Obra y texto Santi García Cánovas. 

martes, 9 de agosto de 2016

Miradas

Detalles de miradas de diversas obras.
Óleos sobre tela.

Mirame a los ojos, pero no lo hagas como un mero observador, 
asómate al balcón de una mirada,  el paisaje siempre cambiante te contará cientos de historias.....unas melancólicas, otras pletóricas de ilusión,  tristes,  radiantes, suplicantes, furiosas, decididas...
todas ellas llevan impresas mensajes cifrados en el variado y cromático contorno de mis pupilas. 

martes, 2 de agosto de 2016

Gestos de amor ( serie maternidad)


  1. Pequeños gestos de amor
  2. Acrílico-óleo  20x20

Desdibujando las subidas y bajadas de un electrocardiograma me recuerda con acierto que a ser madre se compara, 
pulsaciones de alegría que dán vida al corazón, complejo órgano que sufre los designios del amor. 
Igual los suspiros y lágrimas tienen una misión, y es calmar los altos latidos fruto de la preocupación. 
Ser madre es decidir un día que trás la vida creada, los latidos de su cuerpo de tu cuerpo se separan, 
y aunque lejanos se escuchen, queda un hueco para siempre en un corazón dividido, que es el que todas las mujeres por ser madres compartimos.