Acrílico-óleo sobre lienzo
70x53
Concedeme la atención que a estos momentos dedico, pues tú vienes siendo el culpable de las palabras que escribo, eres ese, el culpable, sin otro calificativo , el que robó mi inocencia, el que sustrajo sin dudas de mi corazón un hilo, que marcaba hacia mi mente encontrar el mismo destino.
Muchos años han pasado, y la inocencia se ha ido, pero queda lo más grande que nos ha mantenido unidos, y es...que el hilo que dejaste sigue marcando el camino, ya no es frágil, es robusto, unas veces se mantiene tenso, otras parece suelto...pero no se rompe, porque unas veces sujetamos fuerte, otras reparamos heridas, también soltamos amarras y vivimos nuestras vidas, pero desde el mismo día que mi corazón robaste y empezó a pulsar con tu mismo latido, no es un hilo el que nos une, es una simple palabra que siempre cobra sentido, y es que sin Amor no hay vida y yo mi vida, la quiero pasar contigo.
Santi García Cánovas.
