jueves, 13 de junio de 2019

Detener el tiempo


Mi reloj, esa sencilla cajita numerada se detuvo hace años colgada sobre los azulejos de la vieja cocina. 
Por dejadez o quizá por la treintena de años que en la casa estuvo marcando puntualmente  las horas lo conservo con nostálgia, y allí estático,  con sus inertes brazos apuntando al norte aún señala puntualmente la hora dos veces al día.
Como si intuyese el momento, miro su quieta esfera casi al momento exacto en que  sus manillas señalan con acierto la hora y aunque inservible el resto del tiempo es este desvencijado reloj el que detiene mi memoria, el que congela recuerdos entre doce digitos.
Los brazos inmóviles de esta decrépita cajita tienen el poder de capturar el pasado y retroceder en el tiempo justo al contrario que el espejo, aquel que me regresa al presente en su reflejo, aquel que avanza implacable en nosotros, el que no detiene rostros , ni sonrisas, ni amargas miradas, tan solo escasos momentos en que desear apresarles es sólo un mero intento.
Es por eso mi querido reloj que aún te conservo, para revivir instantes pasados mientras se detiene el tiempo.

Santi García Cánovas.

martes, 9 de abril de 2019

A Nuestra Sra. de los Dolores

La grandeza de tu nombre contiene amargura y tristeza
más eres piadosa Señora siendo madre antes que reina.
Madre de ángeles custodios de la bóveda azulina,
de misericordia siembras la Tierra que con tu amor germina.

Siete dolores infligidos tu corazón soporta con resignada firmeza,
y entre lágrimas de cristal salado que penden de tu implorante mirada,
se ahoga el grito de una madre con angustiada entereza.

Apenada Dolorosa, gloriosa imágen amada,
representas la pasion con el puñal ensartada,
y al amor de cada madre que se halle lastimada.

Contienes el mensaje de la maternidad prendida,
pues ser madre no es aferrarse a un instante para dar la vida.
Ser madre es amor sin limite, eterna protectora, madre nuestra que nos guía,
Amor sería tu nombre si no te llamaras María.




Santi García Cánovas