Óleo sobre lienzo 2.014.
El día con su iluminado color nos invade de Luz y sin pretenderlo asociamos a su vigilia sensaciones de alegria, todo lo opuesto nos provoca la noche con sus sombras y grises tonos sugiriendo una sutil y misteriosa tristeza. Es solo una percepción errónea...no es cierto que no existe luz sin su sombra?, acaso no buscamos en la noche el descansar mente y cuerpo o enamorarnos bajo la tibia luz de la luna?.
Mirando a nuestro alrededor y en otro contexto el hombre tiene que convivir con ellas, cierto es que son parte de nosotros y nos acompañan siempre. Solo hay que transformar sus alargadas y oscuras siluetas en una positiva proyección de nosotros mismos.
Mirando a nuestro alrededor y en otro contexto el hombre tiene que convivir con ellas, cierto es que son parte de nosotros y nos acompañan siempre. Solo hay que transformar sus alargadas y oscuras siluetas en una positiva proyección de nosotros mismos.
Santi García Cánovas.